La receta de estas mini tartas que prepararemos hoy no es otra cosa que crostata italiana. Para aquellos que no conocéis este dulce típico de Italia, la crostata es una tarta hecha con pasta frolla como base (preparada con mantequilla, harina, huevos y azúcar como ingredientes básicos) y se suele rellenar sobre todo con mermelada o Nutella, pero puede rellenarse con diferentes ingredientes: crema, requesón.
Es muy vistosa, fácil de preparar y es ideal para terminar esos botes de mermelada que nos van quedando en el frigorífico. Queda tan bonita que es una tarta fantástica para regalar. ¡Si es que lo tiene todo!
Ingredientes
Para 4 mini moldes de 10 cm de diámetro.
350 grs. de harina todo uso
100 grs. de azúcar
150 grs. de mantequilla o margarina fría
2 huevos
1 cucharadita al ras de levadura en polvo
ralladura de 1 limón
300 grs. de mermelada a elección
Ingredientes para la decoración (opcional)
7 cucharadas de azúcar glas
1 clara de huevo
Cómo preparar mini tartas de mermelada
Para preparar la masa de nuestros pastelitos ponemos en un recipiente la harina con la levadura y agregamos la mantequilla cortada en daditos. Si tenemos robot de cocina mejor y más fácil. En caso contrario, comenzmaos trabajando con los dedos, desmenuzamos los ingredientes hasta formar una especie de “arenilla” de mantequilla y harina. Llegados a este punto agregamos los huevos, el azúcar y la ralladura de limón y volvemos a trabajar -otra vez, con robot o con las manos- hasta formar una masa homogénea y suave.
Ponemos la masa en la nevera y la dejamos descansar 30 minutos. Retiramos y estiramos sobre la mesa de trabajo dejándola con 4 mm de espesor apróximadamente. Con esta masa cubrimos los moldes, hacemos un poco de presión para adherir bien la masa al molde y luego con la ayuda del palote, cortamos la masa en exceso (nos quedará como la foto de la izquierda). Luego rellenamos las tartitas con la mermelada que hayamos elegido, yo utilicé una de cereza. Para terminar, estaramos de nuevo la masa que nos sobró, cortamos tiritas y cubrimos la superficie.
Horneamos a 180° (en horno precalentado) durante 30-35 minutos, o hasta que el fondo y la superficie estén dorados. Retiramos del horno y pintamos enseguida las tiras de la cubierta con mermelada, para darle brillo. Dejamos enfriar y luego desmoldamos.
El glaseado es opcional. Para hacer el glasé batimos la clara de huevo con el azúcar glas hasta obtener una pasta no muy densa y blanca. Y “chorreamos” por encima de las mini tartas con una cuchara.
Hacer la crostata en porciones individuales la convierte una una merienda perfecta para los niños en casa. Pero con estas cantidades también podéis preparar una única tarta (en un molde redondo de unos 24 cm de diámetro) alargando un poco el tiempo de horneado.
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